Acaba de presentar un disco en directo. Pero a todo esto, Mikel hace ya más de 18 años que diambula por los escenarios, publica discos y realiza colaboraciones, alguna de ellas de las más extrovertidas, como aquel bombón con Traspasos.
Podría rememorar la primera vez que lo vi en directo, tarde, muy tarde, para cuando se dejaba caer por Barnasants o por locales tan pequeños como acogedores. Podría rememorar las veces que lo he visto en su casa, allí donde se mueve como pez en el agua (imprescindibles sus tradicionales conciertos navideños en el Antzokia que vuelve a repetir este año). Un collage de música, poesía. Todo el que lo desconoce cuando se acerca a él se maravilla con su música.
Ese es el Mikel músico. El que genera auténticas obras de arte que merecen ser observadas con cautela. “Zubia” es el primer disco que debe escuchar cualquier neófito del cantautor. Un alarde de inspiración, de canciones puras y duras que llegan al alma, muestra de los poetas/amigos que lo quieren y lo ayudan. Escuchar a Mikel supone una liturgia de poesía, de canciones que te tocan allí donde otros no llegan. Su obra empieza a ser extensa y muy regular.No hay discos menores es su haber. Ninguna canción es maltratrada u olvidada por su creador, sobre todo ahora que empieza a tener ese importante bagaje.
Ese Mikel músico, tan imprescindible y necesario en la escena Euskaldun. El músico, digámoslo ya, tradicionalmente infravalorado por su propia crítica a mi entender, se empieza a ver ya con perspectiva como el caballero fiel hacia él mismo,a los suyos y a su lengua. Alguien me dijo una vez :”Si Mikel cantara en castellano se comería el mundo” , a lo que yo contesté sin dudar : “Entonces ,ya no sería Mikel. Y lo que nos gusta es Mikel”.
Un autor fuerte para con el euskera, que no se vende a nada ni nadie,
fiel a sus sentimientos, fiel a lo más equilibrado sin dejar de comprometerse.
Pero más allá del Mikel músico, autor, escritor, me quedo, si hubiera que escoger, con el Mikel persona. Con
Mikel no hay trampa ni cartón, siempre sonriente,agradecido a su público,
afable, asequible, cariñoso. Todo un desastre pero cuando el desastre se hace
mayor, se recompone él solo para volver a su esencia. Podría rememorar sus
despistes antológicos, su felicidad excesiva en ocasiones, sus rencores, sus amigos,
sus buenos y malos rollos, su vida amorosa siempre tan agitada, fuente de sus
tormentas interiores. Podría revelar detalles íntimos que revelan a un hombre,
ante todo y por encima de todo, bueno.Un amigo generoso, lejos del egocentrismo. Un amigo cariñoso, recordado siempre, arropado por los suyos. Un conversador nato, inteligente, analítico, racional, irracional, sentimental, cargado de mundo interior en el que me veo reflejado. Una de las mejores personas que he conocido nunca.
A todo el que le gusta música, sobre todo la popular y de autor, debe pasar por él. Encontrará un universo del que ya no podrá salir. A cambio Mikel te dará algo. Poco o mucho. Y es algo es tan sencillo como complicado : Todo.
Feliz 44 cumpleaños, a nuestro cantautor euskaldun favorito.