Pese a que el reclamo de los conciertos fuera de Euskadi sigue siendo su último disco (Zubia, Baga Biga 2009) , lo cierto es que Mikel sigue girando en recitales donde el repertorio suele ser al gusto del cantautor. Fuera de su casa, además, ofrece formatos diversos de índole distinta a la banda completa que lo acompaña.
Si hace un mes vino a Barcelona en formato acústico acompañado de violín, esta vez lo hizo en formato más eléctrico. Acompañado de Bingen Mendizábal (extraordinario compositor y quien acompaña a Mikel con un violín de 7 cuerdas que hace las funciones de bajo) y de Rafa Rueda (brillante guitarra con una carrera en solitario a tener muy en cuenta), Mikel reorientó el repertorio ofreciendo un concierto muy serio y tremendamente inspirado.
En el Harlem Jazz, en pleno gótico barcelonés, Mikel apareció más allá de las 22:30 ante un público muy callado y una sala con una bonita acústica. Antes, el sábado habían tocado en el Teatro Arbolé de Zaragoza, al parecer con un repertorio idéntico.
La verdad es que somos demasiado fans como para hacer una crítica más objetiva pero la voz de Mikel está mejor que nunca. Eso ya se pudo ver en el maratón bilbaíno que desembocará en un disco en directo que verá la luz a finales de año.
Lo que es seguro es que todo aquel que se acerque a escuchar a Mikel, al margen de los mil temas ya comentados, no sale indiferente. Los temas son demasiado sensibles y el repertorio ofrecido la noche del domingo resultó ser intimista pese al soporte de cuerda que llevaba.
La música de Mikel produce un efecto masaje en los oídos, una emotividad difícil de explicar para aquel que le llegue y que ahonda en ocasiones a lugares donde a más de uno le gusta estar. “Baratze bat” , que narra un simple jardín de amor, invita a que la canción se alargue para estar bajo los efectos musicales más dulces. “Katu baltzak”, en cambio, provoca que una tristeza se te remueva por dentro cuando habla acerca de una pareja anciana feliz en el final de sus días “que decide adelantarse a la muerte”. Cuando Mikel canta “se hace tarde mi amor,caminemos juntos hacia el lugar donde emana la luz.Cierra los ojos saltemos allá donde el fuego nos consuma lentamente” uno no se queda impasible. Y la música es tremendamente bella.
Tras el bis y cuando las luces de la sala se abren, uno tiene que recomponerse poco a poco tras lo escuchado. Son los sentimientos más bonitos de eso que se llama ser humano los que han reinado por un tiempo. En nuestro caso, cerca de hora y media.
Desde aquí un deseo : que venga más y que venga en formato “large”. Veremos qué ocurre.
De momento, le espera Galicia y Madrid. Y también espera una muy bonita sorpresa a su público vasco. Mikel sonríe cuando lo piensa. ¿Qué sorpresa? Todo a su debido tiempo.
(Una crónica de Jordi M.)
Setlist : Zaragoza – Barcelona
1. Hezurrak
2. Martxa baten lehen notak
3. Haitzetan
4. Urriko poema
5. Hauskor
6. Zugan
7. Notak paper solte batean
8. Ezin esan
9. Loa
10. Katu baltzak
11. Baratze bat
12. Munduari begiratzeko
Bis :
13. Non geratzen den denbora
heyyyy !!!....éso no se hace Jordi...de k sorpresa hablas ???...
ResponderEliminarEs una gozada oirte hablar de Mikel y su música; consigues expresar con palabras, de una forma muy especial, lo k yo también siento...eskerrik asko !!! muxu handi bat .
Atentos a las próximas semanas...
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